Caricias de papel escapan de tus manos
Le hacés trampa a mis huesos en cada parpadeo
Te busco en las palabras que emergen de tus labios
Y sólo ecos gastados llegan a mis oídos...
Me persigue tu sombra infinita y distante
Me atrapa tu mirada embriagada en misterios
Me agobia la inconstante presencia de tu ausencia
Me apuñala el absurdo latido que deshechas...
Lejos irá mi nombre cuando ya no me nombres
Muertos caerán mis brazos cuando ya no me abraces
Tal vez nos olvidemos aún en el recuerdo
Y dejemos de querernos sin prólogo ni llanto...
A.C - 11/09/2005