©



Las obras publicadas en este blog, todas y cada una de mi autoría, YA NO están registradas y protegidas por la Dirección Nacional del Derecho de Autor.

Se permite y agradece su difusión total o parcial por cualquier medio.


"Todo el que crea que lo de afuera es lo más importante a la hora del banquete comerá solo las cáscaras"
O.Z.G

miércoles, 18 de febrero de 2009

Momentos...

.
Hubo un día...
Tal vez no haya sido un día...
Quizá hubo una noche...
Mejor, hubo momentos...

Y entre ellos... aquella oscuridad y aquellos árboles...
Y aquel camino desolado, y nuevo, y tan viejo y gastado, y tan antes jamás por mis pies recorrido...
Viento...
Un frío deliciosamente insoportable...
Y unas alas enormes en el alma, y un deseo atormentante de volar sin un rumbo...
Libertad...

Esa sensación tan exquisita y rara
De disfrutar a pleno del momento sabiéndonos conscientes del disfrute...
Esos momentos que se graban a fuego en la memoria y en la carne...
Porque son los más simples,
Porque son los más incalculablemente merecedores de ser vividos...
Porque no son evento por sí solos... necesitan imperiosamente de nuestro espíritu... no tienen nombre ni tiempo...
Son aquello que nosotros los hacemos ser... momentos de integridad y calma...

Esos momentos que se recuerdan menos porque se han vivido más... pero el recuerdo es nítido cual si aún estuvieran sucediéndose...
Haberlos vivido más implica simplemente haberlos entendido en su apogeo... No son vanos recuerdos de aquel tiempo pasado que resultó ser mejor... son pedazos de un camino que aún existe en nuestra mente, que por ello podemos recorrer a cada instante... y esto acaso lo supimos de pronto mientras con frío y alas caminamos tranquilos por un silencio oscuro aquel momento...

Después no importa lo que venga...
Lo que sucede siempre es por algún motivo... o por muchos...
Y tal vez siga siendo, o haya dejado de ser mucho antes de que seamos conscientes...
Y acaso no haya necesidad de ser consciente a veces...

Nada es real a menos que eso sea lo que queramos...
Nada existe en nuestro mundo a menos que exista en nuestra mente...
Todo es mucha palabra y en todo caso depende de cada uno de nosotros...
Y cuando la libertad y la ilusión comparten una copa con la autenticidad y el sentimiento... entonces ya no importa que suceda, ni cuándo, ni de qué modo... los momentos son más plenos... y la amistad habla por sí sola... o se queda en silencio... pero está...





A.C - 28/08/2006

domingo, 15 de febrero de 2009

Ahora y siempre...

.
.
No basta con callar para no decir nada.

Un silencio infinito habla más que los muertos allá


En sus tumbas oscuras y olvidadas.

No se mata con golpes la memoria.


A.C - 07/04/2000

viernes, 13 de febrero de 2009

Cenizas...


Y desarmarme en carcajadas en tu boca

Borracha de atropello y de derroche...

Y acurrucarme en cada acorde de tus manos

Templando con mis ojos tu desvelo...

Cuánto sabe el silencio de caricias...

Cuánto la voz de miedo...

Penumbras en los huesos taciturnos

Le arrancan a la piel la ceniza con besos...

Se eclipsa la conciencia inhalando deseo...
A.C - 22/12/2008

A veces...

.
.
A veces no se trata de entender sino de aceptar.

A veces la razón confunde al alma y duele más el tiempo.

No siempre el pensamiento es constructivo.

A veces las palabras son silencios

Y los silencios hablan un lenguaje distinto al de los hombres.

A veces una mirada revela todo aquello

Que jamás se atreverían a pronunciar los labios.

No siempre resulta fácil comprender lo que dicen los ojos.

A veces es imprescindible ver la realidad. No siempre.

A.C - 14/10/2000

jueves, 12 de febrero de 2009

Ser...

..
A veces, cuando me complico en preguntas sin respuestas y me pierdo intencionalmente en el laberinto de lo absurdo, comprendo que en ocasiones de nada sirve el pensamiento, de nada sirve valerme de palabras... entonces me dejo ser, y es precisamente en ese instante en el que comienzo a parecerme mucho más a mí misma...


Fui, sin haber deseado ser, mucho antes de saber acaso que era,
Fui por decisión de otros, fui lo que soñaron otros,
Fui diferente a otros...
Fui lo que creyeron que era, lo que yo creí que era, lo que mostraba que era, lo que era...
Fui una y muchas más al mismo tiempo,
Fui como me hubiese gustado ser, como nunca seria, como me dio la gana...
Fui por imposición y por propia iniciativa,
Fui por curiosidad,
Fui por necesidad de seguir siendo,
Fui por derecho a ser, por agradecimiento, por rebeldía, por pena de no ser...
Fui...
Soy aquello que fui, y más, y un poco menos,
Soy por todos los motivos por los que fui algún día...
Soy por el hecho mismo de ser y de haber sido,
Soy aún sin saber bien lo que soy o por qué...
Soy por alguna sencilla razón, o por muchas, o por una o muchas complicadas...
Soy...
Fui, soy, y tal vez, siga siendo...
Hoy elijo ser.
Ser no es no ser...
Ser implica a veces haber sido o dejado de ser...
Y así como un día fui sin haber deseado ser mucho antes de saber acaso que era,
Dejaré un día de ser sin haber deseado ya no ser y aún sin saber que ya no soy.

A.C - 08/04/2005

miércoles, 11 de febrero de 2009

Puertas por donde escapan las palabras...

.
.
Y una vez... dijiste tan sólo unas pocas palabras y acaso sin querer me abriste una puerta tan ancha... tan grande... tan pesada... y entonces comprendí... releyendo unos versos... releyendo unas escenas... escritas hacía tiempo y con tanta pasión... de esa que en ocasiones opaca al talento y brinda tanto más que años de cátedra... comprendí cuánto me gustaba lo que hacía, cuánto me llenaba desde la inspiración hasta el garabato ya leído y olvidado... y fue ahí la pregunta... años de esconder tanto... y tan mío... quién es juez... quién es parte... no podía sentarme a esperar que me aprobaran... quién además... siempre estarían los cobardes acusadores índices entablillados por el idiotizante no hacer nada... firmes esperando para dar el gatillazo... a quién podía importarle... cuántos otros... a cuántos otros yo... estaba negándoles esto que por las noches acaso cuando faltaba el vino y en penumbras me acariciaba el alma... eso mismo... eso que antes mostraba con tal entusiasmado desparpajo... anestesiado ahí... por las dudas... por si quedara ahí... reflejado en mis palabras algo tan mío... tan íntimamente reprimido y achacado... que pudieran verme un poco más el alma... y entonces esa vez entendí algo... después... después escuché atenta algunas otras voces... y entendí que sí, me daba... ¿miedo? que me vieran desnuda en cada uno de mis versos... mal rimados, apenas esbozados... incongruentes... casi analfabetos... y no lindos... sino tal vez tan sólo reveladores... tan sólo un poco más de sentido de la vida, de mí-vida... expresado... Y más tarde... ya junto a tus palabras, y las de algún autor y mis ganas de apretar bien, bien fuerte los párpados y abrir grandes los brazos... terminé viendo esa bella película, en un cine repleto de pupilas... y me ví en cada uno de esos tres personajes... como si al escribirla hubiese dicho, "para no deschabarla la fragmento en más de una persona"... como si antes de crearlos a ellos fuera a mí que me hubiera soñado... Y comprendí... que todo volvía a un sábado de diciembre... cuando escuché así de frente a una bombilla oliente a yerba tus palabras, eso era... ya daba igual a estas alturas... releí cada uno de mis versos... y sentí tanto alivio... tanto placer recóndito... tanto anhelo... y me sentí como un cuarto personaje de aquel cineasta loco y adorado, que enojado con el mundo escribe obras para luego negárselas a la gente... pero en cambio, a diferencia de él, dejé de negar mi intento de crear y compartir eso apenas creado... en un esfuerzo enorme por no dejar caer sobre mi espalda esa puerta que juntas, acaso sin que lo supieras, empujamos ese sábado a la tarde allá en el monstruo Baires... y me propuse, no dejar caer la puerta, no cerrarla jamás... en honor, en agradecimiento, en homenaje, a que existan estas personas, como vos, en la vida, y que se hayan colado así en puntillas por entre las goteras de mis días... y en un grito y un intento desesperado de que se den estos hermosos momentos de iluminarnos el alma con una mente puramente abierta al reencuentro con uno mismo... Y en ese mismo intento otra vez sentí... ¿miedo? y abrí grande los brazos y me arrojé al vacío de disfrutar sin registro ni reveses... y comprendí que no bastaba la aprobación ajena, ni el gusto ajeno... ni la excelencia en lo que estaba haciendo... ni nada... más que el momento exacto en el que el embriagante humo de la inspiración me acechaba... el momento preciso en el que mi alma, en un romance eterno con la mente se rozaban, y entonces, esa explosión de los sentidos a través de inconexas ideas y palabras apenas asomadas, delineadas por una mente ajena a todo, excepto al aquí y ahora de estar incluso sin estar en mí resumiendo un universo mágico en palabras... y luego... cuando llega la calma, la hora de sentir el vacío tan lleno de la obra acabada... que quedaba... solamente el vino cotidiano de compartir aquello que yo creaba... que tanto me llenaba, rescataba... y por cierto liberaba... y en ese mismo instante tu mirada... y tu voz repitiendo unas palabras... y el eco de palabras ya gastadas... que tal vez ni recuerdes que soltaste pero que sin saberlo yo tampoco se fueron acurrucando en cada bocacalle de mi alma... era eso... a veces no sobran las palabras... a veces hacen falta... a veces nos abrigan en plena madrugada...
A.C - 10/02/2009

...Fulana de arrabal, calle de tierra, inviernos con botitas de lluvia entre los charcos, veranos de carnaval en la vereda...

.
¡Parada chofer! Me bajo en la ochava de garabatos...
.
.
A.C - 11/02/2009

Garabateando acordes...