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Llovizna desconsuelo...
Amanece nostalgia...
El tiempo marca lento el compás de la agonía que provoca la relación carnal entre el corazón y la conciencia...
¿A dónde huir a estas horas?
¿Por qué caminos?
¿Cómo?
Mis párpados cansados se embriagan con el humo del circo inevitable en que se pierde mi mirada...
La rutina desgasta el vínculo que a menudo me unía sin pudor a mis lágrimas...
Y hasta mi sombra escapa y se esconde en los rincones más recónditos
Espantada de confusión y miedo...
Son muchas las heridas, y es muy nueva la piel,
Basta una pálida caricia a destiempo e incierta para que vuelvan a sangrar mis cicatrices...
Mi alma ya no se queja, no reclama piedad
Queda muy poco espacio para nuevos remiendos...
Mis huesos que eran libres se pegan a mi carne
En un intento vano de ayudar a decidirse al sentimiento...
Y el sentimiento sabe lo que siente
Y sin embargo...
Ni el alma, ni los huesos, ni el corazón, ni la conciencia
Encuentran paz en esta oscuridad a pleno día...
Pero me quedo al lado de ellos...
Porque mi alma está abatida y muy marcada
Pero es mía.
Y el néctar que me llena las venas de vida y de misterio
Pide a gritos
Que cuide con intensidad de este dolor
Y que borde con dedicación este parche...
Mi alma lo merece.
Seguir cuesta remiendos
Y para abandonar sobran y sobrarán motivos siempre...
Porque la vida es una fiesta
Que dura hasta la madrugada pero de la que nos podemos ir a medianoche
Y perdernos el final
Y entonces...
El absurdo le gana al tiempo
Y asesina pasionalmente las ilusiones...
Con que derecho...
En definitiva la llovizna puede volver a ser de ternura
Y los amaneceres siempre han sido distintos.
A.C - 10/08/2005
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...palabras gastadas, apretadas, inventadas, recién paridas, escupidas, asustadas, remendadas, escondidas, rebeldes, desengañadas, en puntillas, a carcajadas, garabateadas... de las que anidan pronto entre los párpados cuando murmuran encuentro de miradas...
A la salud de tus palabras...