Estoy en la inexistencia de nuestra existencia, en
la materialidad impredecible de mi carne, y en los ojos de los fantasmas que me
pueblan...
Estoy en el mismo tiempo-espacio que mis
alucinaciones, en el constante camino incompleto, inmoral, innecesario que
elije mi deseo, en el delgado e inexacto cordón umbilical que me mantiene
amarrada a este mundo...
Estoy en la transparencia imperceptible, en el sabor
del olvido, en los brazos de los muertos que me esperan...
Estoy en vos, en ustedes, en todo. Transmigro y me
transporto, y paso repentinamente de estar a no estar y viceversa, hasta que me
confundo en la superficialidad de infinitivos y conjugaciones...
Estoy en el holograma que borda tu mente cada vez
que me recuerdas, donde quieras que esté, estoy, aun sin saberlo. Estoy en los
lienzos de aquellos que aun no han pintado mi retrato, y en las palabras que
suelto para los que no quieren leerme...
Estoy en un punto, línea infinita de la cordura con
la que aun no me he cruzado. Estoy en las barajas ganadoras y en el resonar
triunfante de un retruco. Estoy en el jaque mate de saber donde estoy. Azar
versus estrategia. Estoy donde azarosamente me arrastra la pulsión más
primitiva...
Estoy donde me dejan estar los muros de Berlín, las
torres de Babel; en la in-espacialidad, en la a-temporalidad,
en el absurdo, como todos nosotros, como todos los otros...
Estoy en la ausencia de sentido, en la ausencia de
palabra, en la ausencia... ahí me pierdo y ya no estoy...
Estoy en el profundo sentimiento anárquico que
des-organiza mis músculos y mis pensamientos tan descaradamente
democratizados...
Estoy en la ilusión y en la carcajada y en el llanto
repentino y en los escombros que amontono y amasijo, y hago polvo, para que por
fin se dejen de dividir al mundo y a los hombres...
Estoy en la libertad de la tierra aun desconocida,
en la panza de los perros contra la tierra húmeda, en el bostezo sin dientes
del anciano, y en las manos pegoteadas de dulce de algún niño...
Estoy en un viaje eterno por mis rincones, en un
universo de ideas y vocablos que me estallan de fuego en la cabeza y en el
alma. Estoy en el latido regular o a destiempo de mi músculo más ejercitado, en
la vitalidad de ese latido, y en sus manos...
Estoy en el fondo del mar, donde casi nadie ha
estado, en las profundidades sulfurosas de la locura suspicaz, que se
manifiesta silenciosa y cristalina sin que puedan verla desde afuera...
Estoy en una banda de Moebius, me pierdo y me
reencuentro a cada instante, parpadeo y ya no estoy.
Estoy en la inexacta e infructuosa ilusión de creer
que estamos.
A.C
2013 - Canoa, Ecuador
Garabatos de Viaje
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...palabras gastadas, apretadas, inventadas, recién paridas, escupidas, asustadas, remendadas, escondidas, rebeldes, desengañadas, en puntillas, a carcajadas, garabateadas... de las que anidan pronto entre los párpados cuando murmuran encuentro de miradas...
A la salud de tus palabras...